Los 17 ocupantes de un helicóptero militar murieron luego de que el aparato se vino a tierra en el noroeste de Colombia, se informó el lunes oficialmente.
El ejército explicó en un comunicado de prensa que una comisión llegó hasta el sitio del siniestro y verificó que no había sobrevivientes.
Pese a que ya está en marcha una investigación para establecer las razones del siniestro, el reporte oficial observó que "las primeras hipótesis señalan que el accidente podría estar relacionado con el mal tiempo en la zona, pero serán los especialistas en confirmar o desvirtuar esta suposición".
Hasta el lugar del accidente llegó personal de ejército, policía, bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil. El objetivo es evacuar cuando antes los cadáveres para llevarlos al Instituto Nacional de Medicina Legal donde se les practicará las necropsias.
"Los pronósticos no son buenos", había dicho horas antes el presidente Juan Manuel Santos en un acto en el fuerte militar de Tolemaida, en el centro del país.
El jefe de Estado observó que en el interior de la aeronave iban cinco tripulantes y 12 integrantes de las fuerzas militares.
Son cuatro oficiales (tres capitanes y un teniente) y 13 suboficiales y soldados.
Los uniformados apoyaban, de acuerdo con Santos, las acciones militares contra la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda del país después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Temprano el lunes el comandante del ejército, general Alberto Mejía, indicó que el aparato había sido avistado en una zona rural del municipio de Pensilvania, en el departamento de Caldas y al noroeste de Bogotá.
El helicóptero, de matrícula EJC 3393 que efectuaba misiones operacionales, se reportó por última vez pasadas las 14 horas del domingo (1900 GMT) cuando volaba entre la ciudad de Quibdó, en el oeste del país, y Tolemaida, explicó el Comando de las Fuerzas Militares.