Estas son las primeras elecciones presidenciales en casi 20 años en las que la mayor preferencia en la intención de voto no se muestra a favor de uno de los candidatos, sino de la abstención.

Algunas encuestadoras locales han estimado que la abstención podría rondar entre 40% y 50% y superar en más del doble la que se reportó en los comicios de 2013 que Maduro ganó por un estrecho margen sobre el opositor Henrique Capriles, señala una nota de la agencia AP.

La poca confianza en que haya un cambio de rumbo político, los desaciertos de la dirigencia opositora y oficialista y el llamado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a no sufragar este domingo 20 de mayo, mantienen un clima de desesperanza entre los ciudadanos que se identifican como de oposición.

Hay quienes esperaban que a última hora la MUD hiciera un llamado a votar, pero esa posibilidad quedó descartada este mismo jueves en una rueda de prensa de representantes de esa alianza, donde mantuvieron su posición de desconocer el proceso electoral porque se trata de “una farsa”, ratificó Juan Pablo Guanipa.

El dilema está presente. Sin embargo, algunos de los que se dicen abstencionistas evalúan ya en la recta final la opción de ir a votar.

Del lado oficial, los estratos más bajos apuestan a mantener los beneficios que el gobierno les da como cajas CLAP (alimentos) y bonos mensuales que ya rondan los Bs 1,5 millones.

De acuerdo con Datanálisis, en un sondeo que terminó el martes 15, de la muestra consultada 34,9% de los que dijeron ser opositores indicaron que estaban muy seguros de ir a votar, en tanto que 57,6% de los oficialistas hizo la misma afirmación.

La consulta de Ratio UCAB Asesor País, que concluyó el 11 de mayo, refleja que -por tendenia política- 93,1% está completamente dispuesto de votar por Maduro, en tanto que en el caso de Henri Falcón (opositor), lo está 71,4% y en el del también opositor Javier Bertucci 72,9%.


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