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Con un costo de 1.1 mil millones de dólares la planta de Fertinitro es una de las plantas de fertilizantes a base de nitrógeno más grandes del mundo, con una capacidad de producción diaria de 3.600 toneladas métricas de amoníaco y 4.400 toneladas métricas de urea.
Después de años de litigio en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, los hermanos Koch presentaron una demanda en el Tribunal Federal de Distrito en Washington DC contra Venezuela para cobrar 409 millones de dólares, reseñó Latin America Herald Tribune.
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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había expropiado la planta de fertilizantes y químicos FertiNitro en 2010. Koch tenía una participación del 25% en la empresa a través de su filial suiza Koch Minerals Sarl. Otra entidad suiza de Koch, Koch Nitrogen International, tenía contratos para comprar el amoníaco y la urea resultantes con un descuento debido a la inversión como parte del acuerdo y la inversión estaba protegida por un Tratado bilateral de inversión suizo-venezolano.
Las entidades de Koch entablaron una demanda contra Venezuela en el CIADI en 2011 después de no recibir compensación por la expropiación y el panel de arbitraje de tres jueces del CIADI otorgó a Koch $ 409 millones, con una opinión disidente parcial del juez australiano Zachary Douglas.
Además de los 409 millones de dólares, el panel también otorgó honorarios legales de 17 millones de dólares y honorarios del CIADI de 629,000 dólares a Koch, una señal de que Venezuela claramente tuvo la culpa.
Con un costo de 1.1 mil millones de dólares la planta de Fertinitro es una de las plantas de fertilizantes a base de nitrógeno más grandes del mundo, con una capacidad de producción diaria de 3.600 toneladas métricas de amoníaco y 4.400 toneladas métricas de urea.
Hasta que el gobierno de Chávez lo expropió en octubre de 2010, Fertinitro era propiedad del 25% de una subsidiaria de Koch, del 35% de la petroquímica estatal venezolana Pequiven, del 20% de Snamprogetti, filial de la petrolera italiana ENI, y del 10% de alimentos privados y bebida gigante Polar.
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