El dirigente Servando Carbone afirmó que el gobierno está desesperado por garantizar un nutrido número de personas en acto del Primero de Mayo

 
El oficialismo implantó esta semana otra práctica de acoso laboral contra los empleados públicos, que consiste en la revisión adicional de las nóminas para constatar la asistencia del personal a los actos proselitistas del gobierno. “En la administración pública nunca antes había ocurrido que citaran a cada funcionario en su centro de labor para comprobar si fue o no a una marcha”, denunció Servando Carbone, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público.

El representante de Fentrasep aseguró que sindicatos denunciaron que el lunes los jefes y directores de los organismos, apoyados por militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela, llamaron a cada empleado para comprobar si asistieron o no a la marcha o actividad del día anterior.

“Con este acoso laboral pretenden intensificar la presión sobre los trabajadores para que obedezcan a la orden de acudir a las convocatorias del oficialismo y abultar así, con los empleados públicos, la asistencia”, destacó el sindicalista.

Carbone señaló: “El PSUV busca por todos los medios un lleno total de Caracas con la movilización del Primero de Mayo, llamada por el presidente Nicolás Maduro ‘la madre de las marchas”.

Insistió en que el gobierno perdió la calle y sus seguidores, por lo que recurre a forzar a los empleados públicos a asistir a marchar; sin embargo, para los organizadores de los actos oficialistas ya no es suficiente pasar lista de asistencia en los puntos de concentración y en el destino final, dijo.

Indicó que esa modalidad la aplican también a los trabajadores de las gobernaciones y alcaldías que están en manos del oficialismo, cada vez que realizan marchas, concentraciones u otras actividades como la jornada de construcción del domingo 13 de abril en las zonas afectadas en Caracas que convocó Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV.

Respecto a esta actividad, una funcionaria que solicitó no mencionar su nombre para evitar represalias, dijo: “Fue de lo más humillante. Nos entregaron escobas para barrer y ese no es nuestro trabajo. Yo me escapé, que me boten si quieren”.

Otro empleado público, que también pidió no colocar su nombre, resaltó: “Los trabajadores estamos cansados de que nos obliguen a hacer bulto en los actos cuando nos pagan un salario y un cestaticket que no alcanzan para nada”.

Carbone recalcó que la intención del oficialismo, con pasar la lista en los propios centros de trabajo, es evitar que los empleados públicos deserten de las marchas.


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