La banca de inversión Bank of America-Merrill Lynch en su más reciente informe sobre Venezuela advierte que la ruptura institucional propiciada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la falta de correctivos en materia económica agravaron la percepción de riesgo en inversionistas internacionales, tumbaron los precios de la deuda soberana y los emitidos por PDVSA. A eso agrega que a la petrolera estatal le urge un refinanciamiento de su deuda.

“No esperamos una recuperación significativa de los precios de los bonos venezolanos como resultado de la reversión de las sentencias del TSJ; y creemos que la mayor parte del daño a la percepción del inversionista está causado por porque el Gobierno señaló que continuará por el camino de la radicalización política y eso reduce la probabilidad de reformas económicas y de una transición política”, advierte el reporte de Bank of America-Merrill Lynch. “La condena internacional del orden constitucional continúo aún después que el Tribunal Supremo revocara la sentencia porque se mantiene la decisión judicial que la Asamblea Nacional está en situación de desacato”, agrega.

La banca de inversión también señala que en la percepción de riesgo pesa el hecho de que dirigentes de la oposición indiquen que si llegan al gobierno declararan ilegal cualquier acuerdo para atraer inversión extranjera u obtener financiamiento que no tenga el aval del Poder Legislativo.

En el ámbito petrolero, el informe indica que pese al acuerdo de recorte de producción entre miembros de la OPEP y países petroleros que no forman parte de esta organización, hay probabilidad de una caída en la cotización de los precios del crudo y que persista el desplome en la producción en Venezuela debido a la falta de inversión y la ausencia de incentivos para atraer divisas. A eso agrega la indefinición de políticas económicas.

“Las lentas correcciones de políticas podrían exacerbar la recesión y la escasez, poniendo en duda la sostenibilidad del ajuste externo”, acota Bank of America.

En la lista de problemas que afronta la economía venezolana indica que los precios del crudo podrían caer debido a una menor demanda global, puede darse un colapso en el cumplimiento de la cuota de recortes de la OPEP, están presentes las reclamaciones por arbitrajes internacionales, y no se atienda una situación macroeconómica inestable que propicia una caída del producto interno bruto y lleva a la hiperinflación.


Reestructuración de deuda

Un aspecto que resalta esta institución financiera es la percepción de que PDVSA cumplirá su obligación  de deuda correspondiente a abril de este año por un monto por encima de 2.000 millones de dólares.

“Nuestra base de referencia es que el gobierno seguirá pagando su deuda en los próximos meses, pero creemos que los riesgos de un incumplimiento sigue siendo considerables en ausencia de un repunte del precio del petróleo, un cambio de política, y una cambio de financiación, dadas las dificultades para acceder a los mercados”, acota .

Una de las opciones está en continuar con la venta de oro que forma parte de las reservas internacionales en posesión del Banco Central de Venezuela, que según los cálculos representan 7.700 millones de dólares, al tiempo de continuar reduciendo las importaciones.

A criterio de los técnicos de esta institución financiera los problemas con la deuda de PDVSA no quedan solventes con el hecho de que se paguen las obligaciones previstas para 2017. “Muy probablemente necesitará reestructuración de su deuda dentro de los próximos uno o dos años debido a la falta de liquidez y que podría sufrir una nueva disminución en los precios del petróleo”, indica.


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