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D. zarzalejo/ A. torres
El nuevo cono monetario ya cumplió un mes de haber salido al ruedo y hasta ahora no han circulado todos los billetes, solo algunos de ellos, pero en cantidades casi imperceptibles.
Las denominaciones que ya están en la calle son las de Bs. 500, Bs. 5.000, Bs. 10.000 y Bs. 20.000. Sin embargo, han pasado “por debajo de la mesa”.
El pasado 16 de enero llegaron a los bancos las primeras remesas que incorporarían los billetes actuales. Sin embargo, desde el inicio ha habido cantidades insuficientes para satisfacer la demanda.
De hecho, los trabajadores de las taquillas daban al menos 20% del monto solicitado en nuevos billetes para “rendirlos”, porque no sabían con cuánta frecuencia seguirían llegando.
Transcurrido un mes, es-tas piezas no se han hecho tan “famosas” en los bolsillos de los venezolanos. Los billetes de 100 siguen “salvando” las transacciones, por- que continúan circulando en grandes cantidades.
“Para el cierre de enero la cantidad de billetes de cien incrementó a 6 millones 329, 9 millones de billetes de cien”, señaló el economista Jesús Casique.
Los billetes de Bs. 10.000 comenzaron a circular para el pasado 30 de enero, pero si bien es cierto que facilitan el manejo de efectivo, al momento de pagar en un comercio pequeño, se dificulta dar el cambio.
En un recorrido realizado por el diario 2001 en comercios donde el manejo de efectivo es mayor, se determinó que debido a la poca cantidad de billetes en la calle, no se han “facilitado” las transacciones, como lo aseguró el Banco Central de Venezuela.
Jorge Chacón, gerente de un comercio de comida en El Paraíso, aseguró que alrededor de 1% de los billetes que manejan son de los nuevos.
“Yo he visto más que todo los de 500 bolívares, pero cuando vienen con otros más altos no siempre los puedo cambiar”, dijo, y agregó que ha perdido ventas en varias ocasiones por esa razón.
Chacón expresó que los negocios aledaños al suyo en ocasiones le piden “sencillo” para poder darle vuelto a los clientes.
En un kiosco ubicado en Altamira, una consumidora se disponía a pagar la compra con un billete de Bs. 10.000 cuando el total eran Bs. 7.000, pero la vendedora no contaba con el monto suficiente para darle el vuelto.
Por este motivo, las transacciones con el punto de venta siguen siendo igual de demandadas.
En cuanto a los usuarios, son muy pocos los que los han percibido, debido a que los cajeros automáticos aún no los dispensan y solo se pueden obtener en las taquillas de las agencias.
Por su parte, Edgar Domínguez, quien atiende un negocio de perros calientes en Las Fuentes, coincidió con Chacón e indicó que los nuevos billetes se ven con “lupa”. Aseguró que menos de 1% de sus ganancias se ven con esos papeles moneda.
Hasta ahora, los billetes que faltan por circular son los de Bs. 1.000 y Bs. 2.000, de los que no se ha conocido nueva información por parte del Banco Central de Venezuela.
Las monedas nuevas, que entraron también en circulación, tampoco han sonado en los bolsillos. Las denominaciones son de Bs. 10, 50 y 100.
Adiós al marrón
El próximo 20 de febrero, según la última prórroga del Presidente Nicolás Maduro, sale de circulación el billete de Bs. 100.
A pesar de que la primera vez que hizo ese anuncio, en varios estados del país hubo disturbios y protestas, en las siguientes prórrogas cuando se acerca la nueva fecha límite, los usuarios se muestran menos preocupados.
Es el caso que sucede actualmente. Testimonios consultados aseguran que no se han sentido urgidos por cambiar o depositar sus billetes de 100 porque consideran probable una nueva extensión. “Creo que el Presidente dará más chance y extenderá el plazo; aparte algunos de los nuevos billetes no se han visto”, dijo Luis Vega.
Casique apuntó que “el Gobierno estableció una medida muy draconiana en noviembre del año pasado al efectuar el retiro de los billetes de 100, los cuales corresponden, en millones de piezas, al 47,6% en aquella oportunidad eran 6 mil 111,7 millones de billetes de cien, y eso significaría que el mercado monetario venezolano quedaría ilíquido”.
Además, opinó que el hecho de que haya aumentado la cantidad de billetes de cien, “indica que ya no hay tantos riesgos de que estos se desaparezcan nuevamente como en noviembre”.
“A simple vista el problema está resuelto pero yo creo que deberían postergar un mes más la vigencia de los billetes de cien, porque todavía los nuevos billetes no han entrado en vigencia con total propiedad”, añadió.
Vida del cono
Los economistas concuerdan en que si la inflación que se acelera cada vez más no es detenida, el nuevo cono monetario no podrá tener una larga vida como se espera.
Ronald Balza explicó que “la actualización del cono se ha hecho con un retraso de varios años. Para el año 2014 debíamos tener el billete de 1.000, en el 2016 el de 5 mil, y el de 20 mil lo podemos tener el año que viene”.
Para Asdrúbal Oliveros es impredecible decir cuánto pueden durar los nuevos billetes en circulación. “Depende de la inflación y si pueden controlarla. Si tú no corriges ese problema, el cono monetario al cabo de unos meses o años va a quedar obsoleto”, sentenció. Lo mismo asevera Casique. “Si el Gobierno sigue excluyendo a las empresas privadas de las divisas, la inflación hará desastres con el nuevo cono monetario”.
“Es impredecible porque apenas éste está ingresando en el circuito económico nacional. Pero si el Gobierno no controla la inflación va a ocurrir lo mismo que ocurrió con la conversión. En un plazo de cuatro años es cuando se verá la incidencia de esta medida en la economía”, indicó.
Oliveros reiteró que la duración del cono “va a depender del ritmo que se vea en la inflación. Si sigue a estos niveles, la capacidad puede aguantar unos años más pero el problema es que se acelera y el tiempo se acorta”.
“Lo que se le dice al Gobierno es que deben actualizar el cono monetario pero también tener un política antiinflacionaria, porque este cono podría durar muchísimo si se hace eso. Puedes compararlo con otro país con inflación baja y aún tienen los mismos billetes. Si tienes la inflación a raya, el cono se mantiene”, añadió.
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