Maduro dijo que abrirán también en la frontera. Será la cuarta red de alimentos que crea el Gobierno. Analistas esperan que sea una medida que “llegue a todos”.
El Gobierno nacional alista, para este año, un sistema de tiendas para los Comités Locales de Producción y Abastecimiento (Clap) para reforzar la distribución de alimentos y productos básicos o de primera necesidad en todo el país.
De su funcionamiento se conoce por boca del presidente Nicolás Maduro que se apoyará con la “fortaleza del Pdval y Mercal”. A lo cual acotó ayer que las tiendas Clap se extenderán por todo el país, incluso en las zonas fronterizas, y que estarán integradas por todas las redes de alimentos del Estado, es decir, desde Mercal, Pdval y Bicentenario. “Ya no solo se limitarán a la distribución de alimentos a través de los Consejos Comunales, sino que podrán ser adquiridos en establecimientos”.
Una fuente ligada al Gobierno reveló a este rotativo que ya “se está evaluando utilizar la infraestructura de los mercales, pdvales e incluso los Bicentenarios”, que en total suman un aproximado a más de 13.500 locales en todo el territorio, para su operatividad. Pero tendría que iniciar una etapa de recuperación, pues la mayoría de estos espacios en el caso de Mercal y Pdval se encuentran cerrados y los Bicentenarios, que todavía funcionan, deteriorados.
Esta sería la cuarta red pública de distribución de alimentos que crea el Ejecutivo en los 18 años que lleva en Miraflores. Ayer Maduro en su Memoria y Cuenta dijo que ya existen 26.691 Clap en el país, que benefician a 1.945.441 familias; pero que la meta es llegar a 6 millones de familias este año.
Eddy Aguirre, director de la Escuela de Economía de la Universidad del Zulia, opina que “podría ser una medida compensatoria, más no correctiva desde el punto de vista económico”.
“Es compensatoria porque tendría que establecerse un salario ideal que compense el cumplimiento de esas condiciones, y como medida correctiva implicaría una política sostenida por parte del Estado con ayuda e incentivos para el sector privado”, explicó.
La primera red nació ante el desabastecimiento de productos que generó el paro petrolero del 2003, que hizo que el Gobierno del presidente Hugo Chávez implementara, en una carrera contra el reloj, una red pública de alimentos que le permitiera atender con productos de primera necesidad a la población D y E.
Así Misión Mercal, dependiente del Ministerio de Alimentación, fue lanzada el 24 de abril 2003 y se convirtió en el programa social que le permitió a la clase baja venezolana (D y E) adquirir artículos de la cesta básica entre un 30% y 45% de su costo real, es decir, subsidiados, a los que se encontraban en los anaqueles del sector privado. Allí se encontraba arroz, azúcar, leche, pasta, café y carnes, surtidas semanalmente.
Luego, en enero del 2008, creó la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) con el mismo objetivo, pero en manos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) utilizando la infraestructura de los comisariatos (supermecados dependientes de la industrias).
Un escándalo por el hallazgo de más de más de 50 mil toneladas de alimentos vencidos en unos contenedores en el muelle de Puerto Cabello, estado Carabobo, e irregularidades detectadas para la adquisición de los productos por parte de su directiva, llevó a la debacle a esta red que, en julio del 2010, pasó a manos del Min-Alimentación, y terminó con varios funcionarios detenidos y otros que aún siguen prófugos.
En el 2010, el Gobierno ocupó de la Cadena de Tiendas Venezolanas (Cativen) que abarcaba los supermercados Cada y Éxito, sin embargo, tras llegar a un acuerdo con el consorcio francés Casino, propietario de la cadena, el Gobierno adquirió el 81% de sus acciones, convirtiéndola en los Abastos Bicentenarios para atender a la clase media.
El 12 de marzo 2016, ante la aparición del bachaqueo y la reventa de productos de la cesta básica, el presidente Maduro creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) como venta directa a familias en sus casas bajo el control de los consejos comunales.
Ahora preparan la red de tiendas Clap, que para el economista y también diputado a la AN por la MUD, José Guerra, “va a terminar en lo mismo que el Mercal, Pdval y Bicentenarios en un fracaso. Éso no va a funcionar”.
Para Guerra, la alternativa para reactivar una cadena debe estar en manos “de quienes lo saben manejar y comercializar, como el sector privado. Todo eso serán recursos perdidos porque el Gobierno no sabe vender productos. Es repetir el mismo error tras error (...)”.
El politólogo e historiador y profesor de LUZ, Juan Romero, señala que puede ser “viable” mientras se solucionen algunos elementos y el esencial es que “si los principios de existencia del Clap tienen que ver con la aceptación, que efectivamente se ha comprobado, a través de los estudios de Catalina Cursio Cursio, que si es cierto que los 20 alimentos esenciales que forman parte de la canasta alimentaria del venezolano no llegan, el primer punto sería asegurar que lleguen, bien sea por vía importación o por producción para que puedan cumplir con ese objetivo”.
“En segundo lugar, la territorialización de las tiendas Clap, una división territorial que sea efectiva en términos de atención a la gente y generar mecanismos que controlen la libre circulación de esos productos; en tercer lugar, una coexistencia con las cadenas privadas. Lo ideal sería crear unas tiendas Clap, pero al mismo tiempo que en las tiendas privadas se instalen elementos del Clap buscando fortalecer el sector productivo nacional para que al mismo tiempo responda a los requerimientos del país”, detalló el experto.
Y como cuarto punto, dijo Romero, es que para que sea efectiva, como se espera, urge “la inclusión de todos los venezolanos en el Clap, ya que si la tesis es que (...) es una solución para la población, tiene que llegarle a todos”.
http://www.panorama.com.ve/ciudad/Gobierno-alista-sistema-de-tiendas-Clap-para-reforzar-distribucion-de-alimentos-en-2017-20170116-0059.html
