La reforma migratoria, el “Obamacare” y las relaciones con Cuba serían los primeros objetivos
Benytsa González. A pocos días de asumir la jefatura de la Casa Blanca, el presidente electo Donald Trump ha perfilado, sin dejar lugar a dudas, cuáles serían sus acciones prioritarias al iniciar su administración el próximo 20 de enero.
En tanto, el mandatario saliente, Barack Obama, hace denodados esfuerzos con los legisladores del partido demócrata para tratar de salvar los logros de su gobierno, los cuales Trump aspira a barrer de un plumazo.
Tras ocho años, de dos períodos presidenciales, el actual jefe de la Casa Blanca cuenta en su haber la reforma sanitaria, conocida popularmente como el “Obamacare”, el acercamiento con Cuba luego de más de 50 años, algunas medidas ejecutivas en favor de los inmigrantes, la recuperación del índice de empleo, el acuerdo por el programa nuclear de Irán, entre otros temas que podrían considerarse parte del legado de Obama.
De estos temas, hay tres en los cuales Trump ha puesto especial interés, además por ser parte de sus promesas de campaña: la derogación de la reforma sanitaria, la construcción del muro entre México y Estados Unidos y revertir los avances del relanzamiento de relaciones entre Washington y La Habana.
En el primer caso, el vicepresidente electo, Mike Pence adelantó la semana pasada que Trump iniciaría el desmantelamiento del “Obamacare” en su primer día de gobierno, mientras al final de la semana el magnate anunció que el Congreso de Estados Unidos aprobaría la utilización de fondos públicos para levantar el muro entre el territorio de la Unión y su vecino del sur, pero con miras a cobrar a México este costo.
Ante estos anuncios, ex diplomáticos estadounidenses suscribieron una petición para el próximo jefe de la Casa Blanca con el objeto de revertir las medidas ejecutivas firmadas por Obama para sustentar el acercamiento a Cuba, en los primeros 100 días de gestión. El empresario ha suavizado su promesa inicial de echar para atrás el relanzamiento apostando a un acuerdo mejor, que implicaría mayores concesiones del lado antillano.
La idea del empresario estadounidense, que dará su primera rueda de prensa este miércoles, es acelerar el cumplimiento de sus compromisos con los ciudadanos que le votaron. La política de Trump es calificada por los economistas como proteccionista, ante lo que el empresario argumenta razones de seguridad nacional e independencia económica.
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