ALIMENTOS
Altos precios y escasez han reducido las opciones de los ciudadanos para comprar alimentos de la cesta básica. Nuevos planes del Gobierno buscan compensar trabas para la producción. Por Francisco Olivares
Las llamadas "bolsas solidarias" a 1.200 bolívares con alimentos de la cesta básica son unos de los productos más apetecidos en las barriadas populares. FOTÓGRAFO
EL UNIVERSAL
La situación agroalimentaria se ha convertido en una prioridad para el Gobierno de Nicolás Maduro, para el último semestre de 2015, previo al proceso electoral del 6 de diciembre. Dos factores motivan tal ofensiva: una la inflación en el sector alimentos y la otra la escasez de algunos rubros.
Según el presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) la inflación acumulada en 2015 para alimentos estará en 103% aproximadamente en tanto la escasez del sector a nivel nacional se ubica en 49%.
Cabe destacar que el Banco Central de Venezuela aún no ha emitido las cifras de inflación correspondiente a 2015, por lo cual no se cuenta con cifras oficiales hasta el momento.
Diversos planes han salido del Gobierno en los últimos meses tendientes a compensar la crisis que se registra en el sector tales como los mercados comunales a cielo abierto; el "Plan Caraota" anunciado por el presidente Maduro; convenios internacionales para la producción de alimentos como el convenio con la República de Vietnam; el Plan Bodegas Patriotas o la "Bolsa Solidaria". A ello se le suma el incremento en importación de alimentos y las recientes regulaciones de precios anunciadas por el Ejecutivo.
Estatización de la industria
En una conferencia sobre "Situación alimentaria" dictada por varios expertos el pasado 21 de octubre en el Colegio de Ingenieros, el especialista en el área de alimentos, Rodrigo Agudo, expuso cómo el Gobierno de Hugo Chávez desde sus inicios se propuso una política del "soberanía alimentaria" que estuvo basada en el cambio en las relaciones de propiedad individual o privada, a una propiedad colectiva "delegada y representada por el Estado". Tal política se sustentó en los ingresos extraordinarios que obtuvo el país a partir del alza de los precios petroleros que permitieron la importación de alimentos para asegurar el abastecimiento en tanto se procedía a la intervención de los centros de producción para sustituirlos por las nuevas empresas socialistas. Ese tránsito se compensó con importaciones, según aprecia Agudo.
Otro de los expositores, Fernando Camino, indicó que hasta la fecha han sido expropiadas aproximadamente 1.200 fincas productivas que significan 5 millones 700 mil hectáreas.
Explica Rodrigo Agudo que ese proceso de intervenciones a los que se agregaron otras medidas como el control de precios, regulaciones y nuevas leyes para el sector, resultaron en el deterioro del aparato productivo nacional de ese sector y la caída de su potencial productivo. A juicio de Fernando Camino, leyes como la de Tierras y Desarrollo Agrario o la Ley de Seguridad y Soberanía Alimentaria, afectaron el derecho a la propiedad y le otorgaron "amplia discrecionalidad al Gobierno para intervenir empresas y centros de producción.
Al comparar con otros países del continente, Agudo sostiene que Venezuela redujo en 90% su capacidad exportadora en alimentos, mientras otros países, aliados de Venezuela, aumentaron su potencial productivo y exportador, convirtiéndose Venezuela en uno de los principales receptores de esa producción.
Tomando cifras de ALADI y Mercado común de Centro América, indica el experto que el Mercosur, en conjunto, aumentó sus exportaciones de alimentos en 328%; Perú en 309%; Ecuador en 199%; Chile en 179%; y Bolivia en 166%.
Estado productor
Con el cambio en las relaciones de propiedad, la participación del Estado como productor se ha he hecho más fuerte en los últimos años.
En el área de lácteos, el Estado es dueño de 50% de la capacidad instalada de pulverización y pasteurización de leche cruda. Al mismo tiempo, es el único importador de leche cruda. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, el crecimiento interanual en la producción de leche en Venezuela ha sido de 10%. Sin embargo, el mismo organismo reconoce una escasez de leche en polvo de 83%.
Lácteos Los Andes, que fue estatizada, es la procesadora de leche más grande del país actualmente. Esta planta cuenta con otras dos: Lácteos Machiques (500 toneladas por mes, cifras de la planta) que antes perteneciera a Parmalat y la de San Simón (160 mil litros por días, cifras de la planta). A pesar de ello, la leche es uno de los productos que más escasea en el mercado, como indica el INE.
En café, el Estado es dueño de 70% de las torrefactoras del país. Según informó Diolegdy Páez, en declaraciones públicas, solo están operativas el 20% de las torrefactoras privadas del país, mientras que el sector público -a través de las plantas expropiadas y que concentra la Corporación Venezolana de Café- ha venido aumentando el control de la comercialización de la cosecha, lo que ha generado la escasez que actualmente existe en Venezuela y que solo se superará cuando, según dijo, el sector esté en condiciones de producir.
En producción de arroz, el Estado es dueño de 55% de la capacidad instalada de trillado de arroz.
En pesca y acuicultura, el Estado es dueño de 65% de la capacidad instalada de procesamiento y envasado de atún y sardinas.
En cárnicos, el Estado administra 60% de la capacidad de matanza del país.
En maíz blanco, el Estado es dueño de 45% de la capacidad instalada de procesamiento de harinas precocidas.
En azúcar, el Estado es dueño de 63% de los centrales azucareros del país.
Caída en algunos rubros
José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Cañicultores de Venezuela, en información difundida en diversos medios de comunicación, indicó que en la zafra 2013-2014 se cosecharon 5,97 millones de toneladas de cañas con las que se produjeron 523.349 toneladas de azúcar y en la zafra 2014-2015 la cosecha bajó a 4,76 millones de toneladas de caña, para un total de 392.444 toneladas de azúcar. Es decir, una caída de 130.905 toneladas. Entre los factores que alegan los cañicultores para explicar la baja de producción, está el constante incremento de los costos de operación, mientras existe un estancamiento del precio del azúcar, lo que los obliga a trabajar a pérdida.
"La tendencia de la caficultura venezolana es a desaparecer", advirtió Diolegdy Páez, directora de café de Fedeagro, al referirse a los resultados del período 2014-15, en el que se cosecharon cerca de 650 mil quintales, según cifras gubernamentales. "En estos momentos no quiero dar cifras exactas, porque hay muchos factores que pueden incidir en la producción, pero creo que esta nueva cosecha (2015-16) va a andar alrededor de 500 mil quintales".
Según informó Fuaz Kassen, presidente de Fedearroz, en una entrevista difundida por Globovisión, durante el primer trimestre de 2015 se refleja una caída de 40% en la producción de arroz. Alega el directivo, inseguridad en la oferta de agroquímicos, falla en el suministro de fertilizantes e insecticidas y falta de repuestos para maquinarias agrícolas, dado que no reciben dólares para reponer insumos, entre otros factores.
"Sembraremos 50 mil hectáreas de caraota" aseguró el presidente Nicolás Maduro durante un acto denominado "Siembra petrolera con la clase obrera", en el que se anunció un plan de soberanía alimentaria. ¿Y a quién no le gustan las caraotas? refirió el Presidente Maduro al referirse a este grano que ya llega a 1.200 bolívares el kilogramo. Maduro llamó a esa nueva promesa "Plan Caraota" como parte de un programa del Gobierno para producir este alimento en el país. Sin embargo, debido a la falta de semillas, insumos y agroquímicos para producir, el especialista en materia agrícola y miembro del directorio de Fedeagro, Pedro Pglisi, considera que difícilmente se llegue a 25 mil hectáreas. Por el contrario, Maduro aseguró que "sembraremos 50 mil hectáreas de caraotas negras, para empezar el proceso de soberanía alimentaria. (... ) "Tenemos que producir lo que comemos en el país", sentenció.
Planes compensatorios
En tanto que el Gobierno intenta compensar la caída en la producción agroalimentaria, va desarrollando planes que salen de la Presidencia que buscan aliviar la demanda de la ciudadanía.
La pasada semana, el Ministro de Alimentación anunció la instalación de 3 mil "Mercados comunales" a cielo abierto en todo el país. Según manifestó el ministro, se trata de medidas "para combatir la guerra económica". Señaló que para el mes de enero, se estima que habrá 5 mil mercados comunales.
También se anunció el plan de "Bodegas patriotas" que se llevará a todo el país. Consiste en la distribución de alimentos a través de estas bodegas instaladas en barriadas populares. Se inició en Caracas con la apertura de 325 de estos establecimientos. El jefe del Gobierno del Distrito Capital, Juan Carlos Dugarte, explicó que la meta es llegar a las 2.000 bodegas patriotas en la ciudad capital, "como parte de un plan que busca poner fin a las largas colas y bachaqueo". Estas bodegas serán surtidas a partir del convenio que hizo el Gobierno con Makro Comercializadora. Makro emitió un comunicado en el que informó que a partir del 6 de octubre suspendían el uso del pase especial en sus comercios ubicados en La Urbina, La Yaguara, Altos Mirandinos, Guarenas, Charallave y Vargas, con el propósito de sumarse al Plan de Abastecimiento Seguro. Las "bodegas patriotas" son establecimientos que distribuirán los principales alimentos y artículos de aseo personal en las comunidades, barriadas y urbanismos, para combatir la especulación y el acaparamiento.
Las llamadas "bolsas solidarias" están siendo distribuidas por los Consejos Comunales. La bolsa de 1.200 bolívares trae dos unidades de detergentes en polvo, leche, azúcar, aceite, arroz, pasta alimenticia, harina de maíz, mantequilla, té en polvo y sopa instantánea. Si incluye pollo, cuesta 1.600 bolívares y si tiene carne y pollo, el precio sube a 1.800 bolívares.
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