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Europa en alerta por intensa ola de calor PDF Imprimir E-Mail
Fuente: El Universal    Fecha noticia: 2015-07-02   
Escrito por Administrator   
Thursday, 02 de July de 2015


Una masa de aire caliente desde África ha elevado las temperaturas en España, Portugal, Reino Unido y Francia. Se registraron temperaturas de 42 C en el suroeste de Francia y de casi 44 C en el sur de España.



Turistas se protegen con sombrillas del sol en un recorrido por el río Spree, en Berlín (AP)


EL UNIVERSAL

París.- La mitad de los departamentos de Francia -47 sobre casi un centenar- fueron colocados en alerta este miércoles por la excepcional ola de calor que impera esta semana en el país con temperaturas que en algunos casos superan los 40 grados centígrados y que se extenderá hasta el fin de semana.

En París, donde casi todo el transporte público y muchos edificios carecen de aire acondicionado, el termómetro alcanzó los 39 C. Por la noche ,las temperaturas superaron los 22 C, al igual que en otras grandes ciudades como Rennes, Clermont-Ferrand, Toulouse, Burdeos y Lyon, destacó AFP.

Al calor se sumó una casi ausencia de viento el miércoles que agravó la contaminación habitual. La prefectura de París recomendó limitar los desplazamientos en automóvil en la medida de lo posible.

La noche del martes, la ola de calor provocó una ruptura en la alimentación eléctrica de un millón de hogares en el oeste de Francia.

En 2003, una implacable canícula -temperaturas muy elevadas durante al menos tres días consecutivos- mal anticipada por las autoridades había provocado unos 15.000 muertos entre el 4 y el 18 de agosto, totalizando casi 19.500 fallecidos según un balance del Instituto nacional de la salud (Inserm).

Desde aquel mortífero verano, Francia instauró un "plan nacional canícula" con cuatro niveles de alerta. Actualmente la mitad del país fue colocada en el tercer nivel, que implica medidas destinadas a proteger a los más vulnerables, especialmente los ancianos.

Europa occidental afectada

La gente en la calle se aligera de ropa en Europa occidental y varios países temen por las poblaciones de riesgo, mientras la región transpira bajo temperaturas inusualmente altas para el inicio del verano boreal.

Una masa de aire caliente desde África ha elevado las temperaturas en España, Portugal, Reino Unido, además de Francia, indicó AP.

Se registraron temperaturas de 42 C en el suroeste de Francia y de casi 44 C en el sur de España.

Las autoridades parisinas prepararon salas especiales con aire acondicionado para el público y verifican el estado de los ancianos.

En la estación ferroviaria Gare de Lyon, el altoparlante reiteraba constantemente la necesidad de beber mucha agua y no hacer esfuerzos excesivos. Paramédicos estaban listos para responder a emergencias.

"Nos aguardan muchos días de ola de calor", dijo el meteorólogo Francois Gourand, y señaló que una amplia franja del sur de Francia de Tolosa a Lyon tendría temperaturas de hasta 41 C hasta mediados de la próxima semana.

Las autoridades británicas e italianas también estaban en alerta el miércoles.

En Reino Unido, menos habituada al bochorno que Francia, se pronosticaba 34 C para el miércoles, una jornada para "quitarse las camisas" de acuerdo con una página de internet.

Portugal se apresta para lo que podría ser una temporada de incendios forestales tras un invierno y primavera excepcionalmente secos y el junio más caluroso y seco de los últimos 12 años.

Durante el período crítico, el Servicio de Protección Civil tendrá en alerta permanente a todos sus efectivos: 9.700 bomberos, 2.000 vehículos y 45 aviones.

Personas sin empleo montarán guardia en 230 torres de vigilancia en todo el país. 

Por el cambio climático

Las olas de calor como la que sufre parte de Europa esta semana son normales pero inusuales, pero a causa de los efectos del cambio climático, la frecuencia, la intensidad y el alcance de estos fenómenos extremos aumentará a corto plazo, por lo que el mundo debe prepararse para evitar estragos en la población.

Ante esta realidad, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han publicado este miércoles de forma conjunta nuevas orientaciones para poder hacer frente a los riesgos para la salud que plantean esas situaciones, explicó Efe.

"Las olas de calor son un fenómeno natural peligroso que cada vez requiere más atención", manifestaron el director de la Oficina de predicción del clima y de adaptación al cambio climático de la OMM, Maxx Dilley, y la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira.

"No tienen el carácter espectacular ni la violencia repentina de otros peligros, como los ciclones tropicales o las crecidas repentinas, pero sus repercusiones pueden ser severas", agregan.

Durante los últimos 50 años las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes.

La duración, la frecuencia y la intensidad de las mismas probablemente aumenten en la mayoría de las zonas terrestres a lo largo de este siglo, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

En las últimas semanas, tanto India como Pakistán se han visto afectadas por olas de calor que han ocasionado 700 víctimas mortales.

No obstante, este caso es paradigmático de la importancia que tiene el contexto en el que el fenómeno ocurre.

Las temperaturas sufridas en el subcontinente indio, si bien fueron extremas, no fueron las máximas ya observadas.

El problema fue que por ejemplo, en ciudades como Karachi, normalmente refrescadas por la brisa marina, esta vez este fenómeno no ocurrió, al contrario, recibió ráfagas de aire del interior que aún calentaban más una urbe de por si inmensa, e inmersa en pleno mes del ayuno musulmán, el Ramadán.

Esto provocó que muchas personas siguieran el precepto de no beber agua durante el día, lo que contribuyó a su deshidratación.

Actualmente, Europa sufre una ola de calor por una combinación natural y normal de factores meteorológicos, pero el continente cuenta con sistemas de alerta para que los gobernantes y la población estén listos.

La mayoría de los sistemas europeos surgieron tras el verano boreal de 2003, cuando una ola de calor causó la muerte de 70.000 personas.

El problema recae en que la mayoría de las naciones en desarrollo no cuentan con estos sistemas, y deberían desarrollarlos, porque los informes del IPCC son nítidos:

"El cambio climático no sólo acarreará cambios en la frecuencia y duración de las olas de calor en regiones donde tradicionalmente han ocurrido, sino también una alteración de la distribución geográfica de los desastres".

Esto implica que podrían aparecer en lugares donde nunca antes han ocurrido.

El calor excesivo puede causar desde deshidratación, insolación y mareo momentáneo a accidentes cardiovasculares y trombosis.

Ante esta realidad, se deben crear sistemas adaptados al lugar y que sean, sobre todo, eficaces, es decir, que sean comprensibles.

Los más importante es saber cuando debe ponerse en marcha. En España se considera que hay una ola de calor cuando la temperatura en algunos lugares del país supera los 41 C de máxima y los 25 C de mínima, mientras que en Reino Unido es de 28 C y 15 C respectivamente.

Asimismo, si bien toda la población debe estar informada, hay que tener especial cuidado en prestar asistencia a los más vulnerables: las niños, las personas mayores y los enfermos.

Los menores, sobre todo, porque no son conscientes de sus necesidades ni del cambio de su estado, y los ancianos porque tienen una respuesta termoreguladora reducida (sudor, flujo sanguíneo, y funciones cardiovasculares), problemas renales habituales, y son más susceptibles a las alteraciones que padecen los medicamentos ingeridos.

Sobretodo, las olas de calor exacerban cualquier enfermedad preexistente.

Finalmente, el informe reitera las consignas de sentido común para evitar una insolación: estar a la sombra, beber mucha agua, ducharse con más asiduidad, y no aislarse.


http://www.eluniversal.com/internacional/150701/europa-en-alerta-por-intensa-ola-de-calor



Modificado el ( Wednesday, 01 de July de 2015 )
 
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